Panoramica actual del nuevo y remodelado mercado de la ribera.
El mercado de la ribera era otrora otra gran expresión de la época oscura e industrializada de esta ciudad llamada a resurgir de sus cenizas para volver a mostrar un encanto y brillo especial. Situado a la vera de la ría de bilbao y en la linde con el casco viejo y sus conocidas calles peatonales era en su momento una gran mole de hormigón que no expresaba nada mas que lo que en aquella epoca era la ciudad bajo un manto lugubre de un ambiente que se respiraba en base a las grandes industrias que dominaban el cielo con sus exposiciones de emisiones en base al gran esfuerzo y sacrificio de los trabajadores que incansablemente producían sus productos para mayor dinamismo y productividad en la urbe y sus localidades adyacentes.
En este vista se puede ver apreciar la finura y elegancia elegidas para el exterior y elementos de todo el complejo mientras las jardineras de los edificios se reflejan en el mismo.
Actualmente el nuevo y brillante mercado de la ribera convive en su situación original junto a la iglesia de San Anton y el nuevo y excelso tranvia que transcurre a traves de la nueva urbe que cada día nos agradece nuestra visita con sus elementos tan cotidianos y antiguos así como los nuevos elementos tractores de la urbe que van surgiendo según el paso del tiempo y de las posibilidades.
El ejemplo de los reflejos en las grandes cristaleras que dominan todo el mercado es una nueva demostración de apertura y de deseo de superarse a si misma de esta urbe que cada día se encuentra mas a gusto consigo misma y con sus conciudadanos.
Las vistas del mismo mercado de la ribera desde el puente de San Anton son toda una alegría que invitan a empezar el recorrido por el casco viejo para disfrutar el viejo y carismático encanto del casco viejo y sus calles peatonales.
Sus angostas calles recuerdan la época anterior de aglomeración cuando la urbe creció demasiado rápido y al estar rodeada de bellas expresiones de la naturaleza como son las montañas las posibilidades de expansión a nivel de superficie eran limitadas y aprovechadas al máximo.
El casco viejo dispone de rincones que te animan a relajarte mientras disfrutas de las vistas de los mismos elementos que a diario son usados por sus múltiples usuarios y convecinos que agradecen estos rincones entre sus angostas calles.
Para trasladarse al mercado de la ribera tenemos como ya anteriormente mencionado el tranvía, aunque el medio de transporte más usado es el metro, que a su vez sirve para que la gran parte de los hinchas del Bilbao Basket acudan a su cancha a disfrutar de un excelente ambiente y de grandes partidos.
Viniendo desde la estación del casco viejo y saliendo por la salida que desemboca a la plaza de Unamuno, ilustre residente en su día de esta gran urbe, que pudo disfrutar de sus mejores momentos y años entre las calles mas conocidas y de ambiente de la gran ciudad. Desde esta misma plaza se traslada uno en cuestión de minutos a través de las calles angostas al exterior del casco viejo donde se halla el mercado de la ribera y la iglesia de San Anton. Detrás de la cual se encuentra su consecuente puente y el el doble repecho de ascenso para poder llegar al pabellón Miribilla, sede del Bilbao Basket y del ya famoso efecto Miribilla que los hinchas del Basket tienen en su gran mayoría como un referente.
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